domingo, 16 de noviembre de 2008

7. Mi Propio Laberinto

El cansancio de aquel hombre, no le dio fuerzas para seguir. Se acerco a un muro apoyo su espalda en el, estaba frió. Miro nuevamente el cielo, que mantenía su lúgubre apariencia. Y a su mente llego uno de los gritos, de aquellos músicos. “La Marioneta!”. Cual marioneta?… después de un momento sin intención de buscar respuesta a su cuestionamiento. Escucho nuevamente una voz.
Era un muñeco de madera bien vestido, sus movimientos eran tiesos y bien articulados. Su rostro tenía dibujada una sonrisa. Y los ojos danzaban con un mecánico pero ligero pestañar.
Estaba sentado en el muro del frente, repitiéndose así la escena con el Ventrílocuo.
Pero esta vez su compañero hablaba, y mirándolo a los ojos sin dejar de reír. le dijo:

“Eres tu el visitante y yo la Marioneta, que goza de una gran autonomía. Eres tu el hombre, que se cuestiona la aparición de aquel ventrílocuo, pero mucho mas su desvanecimiento. Eres el individuo que se relajo escuchando a los melódicos “Pigmeos del ritmo”, pero que también fue el culpable de su alboroto. Eres el personaje que escucha a un muñeco intentando encontrar respuesta a todo esto. Eres tú el dueño de mis palabras, a la vez eres tu el director de aquella orquesta”. Y así después de un silencio, aquel muñeco se le acerco y retomo la palabra, diciéndole: “Eres tu el ventrílocuo mudo, que esta encerrado aquí por no escuchar el eco de tus pasos dejados anteriormente”

FIN.

sábado, 11 de octubre de 2008

6. Los Pigmeos Del Ritmo

Cuando abrió sus desvanecidos ojos, se encontró con algo parecido a una Orquesta, la cual era culpable de aquella música. Eran 7 individuos pequeños, de extraña apariencia y con locos instrumentos que consistían en un Saxofón, un trombón que terminaba en una gigantesca boca que emitía su sonido, un laúd algo viejo y agrietado, un arpa de nueve cuerdas, dos brillantes violines y un bombo, el cual, en su paño tenía el nombre de aquella Banda. Este decía. “Los Pigmeos Del Ritmo”.
Cuando los músicos se sintieron observados, pararon de tocar. Y detrás del Bombo salio el que parecía ser el líder de la orquesta, un pequeño hombre vestido con ordenados pero percudidos harapos. Su rostro no era visible ya que lo cubría una Mascara. Igual que a los demás integrantes. Cuando el pigmeo quedo a un paso del visitante. Hablo.
“hola soy en percusionista de esta Orquesta, y nos encontramos dentro de este laberinto buscando a Un Ventrílocuo que es mudo” después de esa frase, los músicos comenzaron a tocar nuevamente, el visitante hablo, pero su voz era opacada por la música.
Este dio un respiro, y de un grito dijo. “Yo encontré al Ventrílocuo!!!”, los pigmeos dejaron caer sus instrumentos rápidamente y rodearon al visitante.
Lo invadieron de pregustas. Donde lo había visto? Como estaba? A donde se fue? Estaba con el La marioneta? Hace cuanto?.
El hombre los miro y ya cansado les dijo, que había desaparecido al entrar en una puerta. Después de haber caminado fuera de si. Y que tenia un cartel que decía, “estoy perdido dentro del laberinto por no escuchar sus pasos”
En ese momento los pigmeos comenzaron a correr y a gritar en forma desgarrada.
“La Marioneta”, “Sus Pasos”, “Estamos Perdidos”, “El Show”, "NO!!!"
Y de entre los gritos y las corridas, comenzaron a desaparecer uno a uno en distintas direcciones.
Y así los gritos empezaron a evaporarse a medidas que estos se alejaban.

5. Armonica Melodia

Al entrar al nuevo pasaje, el visitante noto que las paredes tenían puertas y ventanas las cuales estaban distribuidas sin lógica alguna. Muchas de las puertas eran inalcanzables, otras estaban abiertas, pero en su interior se encontraba el mismo muro que las resguardaba.
Impactado por esto y boquiabierto el visitante volvió la mirada en búsqueda de aquel ventrílocuo y así seguir su caminar. Pero lo que encontró fue la silueta de este desvaneciéndose, al entrar en una de las puertas.
Después de este suceso la puerta se cerró lentamente, acompañada de un sonido agudo y ensordecedor. Dejando en claro que no habría posibilidad alguna de volverla a abrirla.
Una vez terminado el largo Eco dejado por el cierre de la puerta. En la lejanía se sentía un armónico sonido.
El visitante ya alejado de su sano juicio comenzó a caminar rápidamente por los pasajes del sofocante laberinto en su búsqueda, haciendo así aun más audible aquella hermosa pero nostálgica armonía, La cual lo sumergió en un cansado relajo. Que lo hizo dormitar.

4. Hipnotizados Pasos

Frente a tal situación, el visitante quedo pasmado. Sin movilidad alguna, la apariencia de aquel Ventrílocuo era impactante. Su mensaje no gestaba respuesta alguna para encontrar el camino a la liberación. “quien podría seguir escuchando el eco de sus pasos dejados anteriormente”. La desolación invadía aun mas la Cabeza de aquel Hombre. Ya que era imposible transar palabra alguna con aquel personaje.
Después de un momento la desquiciada mirada de aquel ventrílocuo. dejo su prolongado estancamiento. Y de la nada, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la esquina más próxima. Esquina de la cual el visitante había escuchado los sonidos. Y donde también, su curiosidad había sido apagada con aquel ventarrón.
Sin otra opción, el hombre siguió los débiles pasos del agotado personaje,
El cual parecía hipnotizado por algo. Algo que no era apreciable ni audible, era como si algún sonido, una voz o una visión, lo llamara a seguir.

domingo, 17 de agosto de 2008

3. El Ventrílocuo Mudo

En ese momento no supo que hacer, aquel personaje había aparecido de la nada, estaba sentado ahí sin quitarle la vista de encima. Su rostro, era el de un hombre desquiciado por la soledad, y su aspecto corporal acusaba la falta de agua y comida.
Algo le llamo la atención en su cara, era extraño, su boca no existía, en su lugar solo tenia piel y algunas protuberancias. Ese hombre parecía haber sido castigado al silencio eterno.
Se acerco, El tenia un cartel a su lado. En el, unas palabras escritas, estas decían una extraña frase, “Yo soy el Ventrílocuo mudo, y llevo años encerrado en este Laberinto, ya que no puedo escuchar el eco de mis pasos dejados anteriormente”

sábado, 16 de agosto de 2008

2. De donde viene aquel sonido?

Sus esfuerzos se limitaban a intentar recordar y poder resolver la pregunta del por que se encontraba ahí, pero en su mente no tenia ninguna imagen que antecediera el momento de su despertar. Por más que intentaba traer recuerdos a su cabeza solo se generaban mas preguntas. “cuanto tiempo estuve dormido?”, “he despertado realmente, o sigo en una tediosa pesadilla?”, “estoy Vivo, o he abierto mis ojos para respirar los vientos de la muerte?”, es en ese instante en que se encuentra con un cambio en su andar, aquel largo pasillo terminaba con su monotonía. Había llegado a una esquina, que obligaba virar.
Unos pasos mas adelante se repetían las esquinas, unas daban la continuidad hacia la derecha, otras a la izquierda y algunas en ambas direcciones.
Esto alimento aun mas su confusión, aquel malogrado hombre no sabia si ahondarse en aquel laberinto o dar marcha atrás, y volver al lugar donde despertó.
Su desesperación era tal, que al mirar los muros intento treparlos. Pero estos eran tan lisos como el vidrio, que no daban posibilidad alguna de alejarse unos centímetros del suelo. Eso no impidió que intentara una y otra vez llegar a la cima, y así terminar con tal incomprendido encierro.
Ya al darse cuenta que solo estaba gastando energía y la retribución de sus actos era nula, sus ojos rompieron en llanto, un llanto de miedo, impotencia y soledad. En medio de aquel incontrolado suceso, sus oídos escucharon un ruido. Fue el primer sonido que sintió desde que sus ojos se habían abierto a tan lúgubre realidad. Era como si alguien arrastrara algo sobre un suelo de piedrecillas.
No dudo en buscar el origen del sonido. Miro para todos los lados y se acerco a la esquina mas próxima, antes de llegar a ella, desacelero el paso y con movimientos muy cautelosos, asomo la cabeza primero que el cuerpo. Antes que su visión fuese total. Una fuerte ráfaga de viento empolvado hizo que por instinto cerrara sus ojos, esta duró unos segundos, y cuando termino, también había cesado el sonido, pero no así su curiosidad de saber que había al dar vuelta la esquina. Nuevamente asomo la cabeza y al ver el pasillo, no encontró nada, tenia la misma desolación que sus antecesores. Algo confundido dio vuelta, apoyo su espalda en el muro y miro al cielo. Un cielo nublado y con una luz parecida al atardecer. No había manifestado cambio. Cuando incorporo la vista al camino, la impresión le hizo dar un salto aterrador. Había un hombre sentado junto al muro del frente.

miércoles, 13 de agosto de 2008

1. Un angustiante despertar

Al abrir sus ojos después de un prolongado letargo, una gran sensación de angustia se apodero de él, el frió y el grisáceo ambiente generaban el perfecto, pero nunca anhelado paisaje de desolación. Dos altos muros dibujaban un pasillo extenso, pasillo que parecía terminar en nada. Tardo varios minutos en recobrar bien el aliento y la conciencia. no recordaba nada, absolutamente nada.
Ya más claro de que esto era real, se puso de pie lentamente, sus piernas parecían no poder sostenerlo, temblaban, acusando la fatiga. Observo sus dos únicos puntos en donde podía avanzar y sin tanto pensar, comenzó a caminar.