En ese momento no supo que hacer, aquel personaje había aparecido de la nada, estaba sentado ahí sin quitarle la vista de encima. Su rostro, era el de un hombre desquiciado por la soledad, y su aspecto corporal acusaba la falta de agua y comida.
Algo le llamo la atención en su cara, era extraño, su boca no existía, en su lugar solo tenia piel y algunas protuberancias. Ese hombre parecía haber sido castigado al silencio eterno.
Se acerco, El tenia un cartel a su lado. En el, unas palabras escritas, estas decían una extraña frase, “Yo soy el Ventrílocuo mudo, y llevo años encerrado en este Laberinto, ya que no puedo escuchar el eco de mis pasos dejados anteriormente”

domingo, 17 de agosto de 2008
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