sábado, 11 de octubre de 2008

6. Los Pigmeos Del Ritmo

Cuando abrió sus desvanecidos ojos, se encontró con algo parecido a una Orquesta, la cual era culpable de aquella música. Eran 7 individuos pequeños, de extraña apariencia y con locos instrumentos que consistían en un Saxofón, un trombón que terminaba en una gigantesca boca que emitía su sonido, un laúd algo viejo y agrietado, un arpa de nueve cuerdas, dos brillantes violines y un bombo, el cual, en su paño tenía el nombre de aquella Banda. Este decía. “Los Pigmeos Del Ritmo”.
Cuando los músicos se sintieron observados, pararon de tocar. Y detrás del Bombo salio el que parecía ser el líder de la orquesta, un pequeño hombre vestido con ordenados pero percudidos harapos. Su rostro no era visible ya que lo cubría una Mascara. Igual que a los demás integrantes. Cuando el pigmeo quedo a un paso del visitante. Hablo.
“hola soy en percusionista de esta Orquesta, y nos encontramos dentro de este laberinto buscando a Un Ventrílocuo que es mudo” después de esa frase, los músicos comenzaron a tocar nuevamente, el visitante hablo, pero su voz era opacada por la música.
Este dio un respiro, y de un grito dijo. “Yo encontré al Ventrílocuo!!!”, los pigmeos dejaron caer sus instrumentos rápidamente y rodearon al visitante.
Lo invadieron de pregustas. Donde lo había visto? Como estaba? A donde se fue? Estaba con el La marioneta? Hace cuanto?.
El hombre los miro y ya cansado les dijo, que había desaparecido al entrar en una puerta. Después de haber caminado fuera de si. Y que tenia un cartel que decía, “estoy perdido dentro del laberinto por no escuchar sus pasos”
En ese momento los pigmeos comenzaron a correr y a gritar en forma desgarrada.
“La Marioneta”, “Sus Pasos”, “Estamos Perdidos”, “El Show”, "NO!!!"
Y de entre los gritos y las corridas, comenzaron a desaparecer uno a uno en distintas direcciones.
Y así los gritos empezaron a evaporarse a medidas que estos se alejaban.

5. Armonica Melodia

Al entrar al nuevo pasaje, el visitante noto que las paredes tenían puertas y ventanas las cuales estaban distribuidas sin lógica alguna. Muchas de las puertas eran inalcanzables, otras estaban abiertas, pero en su interior se encontraba el mismo muro que las resguardaba.
Impactado por esto y boquiabierto el visitante volvió la mirada en búsqueda de aquel ventrílocuo y así seguir su caminar. Pero lo que encontró fue la silueta de este desvaneciéndose, al entrar en una de las puertas.
Después de este suceso la puerta se cerró lentamente, acompañada de un sonido agudo y ensordecedor. Dejando en claro que no habría posibilidad alguna de volverla a abrirla.
Una vez terminado el largo Eco dejado por el cierre de la puerta. En la lejanía se sentía un armónico sonido.
El visitante ya alejado de su sano juicio comenzó a caminar rápidamente por los pasajes del sofocante laberinto en su búsqueda, haciendo así aun más audible aquella hermosa pero nostálgica armonía, La cual lo sumergió en un cansado relajo. Que lo hizo dormitar.

4. Hipnotizados Pasos

Frente a tal situación, el visitante quedo pasmado. Sin movilidad alguna, la apariencia de aquel Ventrílocuo era impactante. Su mensaje no gestaba respuesta alguna para encontrar el camino a la liberación. “quien podría seguir escuchando el eco de sus pasos dejados anteriormente”. La desolación invadía aun mas la Cabeza de aquel Hombre. Ya que era imposible transar palabra alguna con aquel personaje.
Después de un momento la desquiciada mirada de aquel ventrílocuo. dejo su prolongado estancamiento. Y de la nada, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la esquina más próxima. Esquina de la cual el visitante había escuchado los sonidos. Y donde también, su curiosidad había sido apagada con aquel ventarrón.
Sin otra opción, el hombre siguió los débiles pasos del agotado personaje,
El cual parecía hipnotizado por algo. Algo que no era apreciable ni audible, era como si algún sonido, una voz o una visión, lo llamara a seguir.